Cualquier tiempo pasado fue mejor

Así escribía el poeta Manrique en sus conocidas coplas “…como a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado, fue mejor”.

Hace unos años Donuts decidió cambiar hacia una estrategia de ahorro de costes, que ha provocado muchísimas quejas de consumidores, por la pérdida de sabor del producto a cambio de una mayor conservación y ternura. Así se producían menos mermas, porque duraban más tiempo en la tienda sin caducarse. Y se podían vender más baratos.

Ahora los Donuts vuelven a su caja, de la que nunca debieron salir. Volverán las mermas y un mayor coste en la distribución, pues tendrán que incrementar las visitas de los vendedores al los puntos de venta.

La estrategia es muy importante pero los consumidores siempre tienen la última palabra.

Dice el refrán que rectificar es de sabios. Pero me surgen varios interrogantes que no consigo responder,

¿Conseguirán recuperar su mercado?

¿Están los consumidores hoy dispuestos a perdonarles y a pagar un poco más?

La eliminación del envase unitario es una pérdida de valor añadido, que mantiene el producto más tierno ¿se compensará con un mejor sabor?

Donuts parece haber reencontrado su camino después de varios años de una dirección errática que ha puesto la compañía al borde del abismo. Panrico y Donuts son marcas muy reconocidas y, por el bien de este sector, esperemos que de la mano de José María Vilas (Presidente) y Josep Casaponsa (CEO) esta compañía recupere su imagen.

Como reflexión: La innovación es muy importante pero debemos contrastar los cambios antes de poner en riesgo el mercado. Por más que caigan las ventas o la competencia tenga un nuevo desarrollo que nos preocupe. Tampoco hay que dormirse en los laureles y esperar que un “producto vaca” nos mantenga la empresa toda la vida.

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