La misión del directivo en 8 palabras: enfoque directivo

En muchas ocasiones tendemos a olvidar o nos resulta difícil entender cual es la misión de un directivo, o simplemente no le prestamos la atención adecuada.

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Vivimos una época de cambio permanente que suele saturar nuestro tiempo con emails, informes, viajes, reuniones, proyectos, problemas, … un sinfín de tareas que tienden a ocupar todo nuestro tiempo y que nos llevan a dejar pendientes aquellas tareas o funciones importantes pero que por no ser urgentes, esperamos a disponer del tiempo o la tranquilidad necesaria para abordarlas. Incluso puede que no lleguemos a identificar cuál es nuestra verdadera misión como responsables de un equipo al que debemos sacar el máximo rendimiento.

Cuantas más personas dependan funcionalmente de un directivo más importante es dedicar el tiempo necesario a enfocar su verdadera misión, a conocer su verdadero enfoque directivo, que no es dedicar muchas horas o esfuerzos en realizar tareas que puedan ser muy importantes pero que probablemente podría delegar.

En cambio debe disponer del tiempo suficiente para dirigir el equipo con eficacia para que cumpla sus objetivos, obteniendo el mayor rendimiento posible de cada persona de la organización, porque es su mayor responsabilidad.

Dirigir personas es una tarea compleja, y en ocasiones nos dejamos llevar por la impaciencia o la necesidad de terminar una tarea y decidimos realizarla nosotros mismos porque delegarla nos resulta más difícil y arriesgado, y también requiere una mayor atención.

Dediquemos un poco de tiempo al enfoque directivo. Como toda tarea compleja puede ser más sencilla si se divide en etapas, la propuesta es que el enfoque podríamos simplificarlo en 2 direcciones, del sentido práctico al emocional y del trabajo al resultado, para describir a continuación cuales son las acciones para abarcar toda el área del gráfico (I).

 

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                          Gráfico (I)

Completaremos el cuadro con 4 acciones: hacer, aprovechar, producir y mejorar.

Seguro que se nos ocurren algunas más pero creo que estas son suficientes para centrar el enfoque directivo. Si las colocamos en cada uno de los cuadros de la tabla cada acción tendrá un enfoque distinto que nos ayudará a recordar mejor nuestra misión.

Hacer representará el sentido práctico de nuestro trabajo y aprovechar será el sentido emocional.

Producir representará el sentido emocional del resultado y mientras que mejorar será el sentido práctico.

Estas palabras debemos complementarlas con el objeto de la acción a realizar, teniendo en cuenta la prioridad a la hora de elegir y el cuadro en el que hemos situado la acción. Respondiendo a la pregunta ¿Qué …?

¿Qué hacer?

Podemos pensar varias respuestas coordinar, organizar, hacer cumplir, hacer trabajar, …

Si pensamos en el sentido práctico, la respuesta que propongo es hacer HACER, es decir hacer que los demás hagan, y que lo hagan con ganas, es decir con la máxima motivación, compromiso y convencimiento de que con su trabajo contribuyen a mejorar la organización y su superación personal.

Por lo tanto debemos esforzarnos sobre todo convencer más que vencer o exigir la realización de la tarea. Delegar es una acción que no siempre tendrá el resultado que buscamos, pero si nos aseguramos que la persona a la que dirigimos tiene las competencias adecuadas y está convencida de su realización, dicho resultado seguramente será superior al esperado. Es decir se trata de que la persona a la que dirigimos quiere y puede hacerlo.

¿Qué aprovechar?

Igual que en el caso anterior la respuesta puede ser variada, aprovechar recursos, aprovechar mercados o canales, …

Si pensamos desde el punto de vista emocional lo mejor que podemos aprovechar es el TALENTO de todas las personas que dependen funcionalmente de nosotros.

La idea es sencilla, por muy inteligentes que seamos, seguro que si aprovechamos al máximo la inteligencia de nuestros colaboradores construiremos una organización más inteligente que si lo hacemos sólo con la nuestra.

¿Qué producir?

Podemos proponer diferentes palabras productos, resultados, …

En el sentido de realizar un trabajo emocional creo que lo mejor que podemos producir son IDEAS, es decir lograr el máximo número de ideas de todas las personas que dependen de nosotros para que crezca nuestra organización.

Nuevamente no es una tarea nada fácil pues deberemos dejar espacio para pensar y proveer de las herramientas y la información necesaria para que las personas que dependen de nosotros piensen y nos alimenten del mayor número de ideas posible.

Espacio, información y asumir errores de los demás son las claves para tener ideas de calidad, es mejor la calidad que la cantidad. Si somos capaces de convencer a nuestro equipo para que se concentre y aporte ideas innovadoras obtendremos un resultado mucho mayor que si pretendemos aportar nosotros todas las ideas, o no dedicamos tiempo y recursos para que los demás nos las puedan aportar.

¿Qué mejorar?

Aquí podemos tener también diferentes soluciones, resultados, productos, procesos, …

Para mejorar algo hay que poder medirlo, al menos de alguna forma, mediante indicadores de los resultados de nuestra misión. Por lo tanto mejorar los INDICADORESde nuestro cuadro de mando o de nuestra gestión es el resultado práctico más importante de nuestra misión.

Para ello deberemos dedicar mucho tiempo, esfuerzo y recursos a disponer de indicadores adecuados, que abarquen el corto y el largo plazo, y que se adapten a la propuesta de valor (visión, misión, valores y ADN de la organización).

Si se trata de toda la organización podemos incluir alguna de las propuestas:

En el corto plazo indicadores financieros y comerciales tales como EBITDA, ventas (por cliente, producto, gama, zona,…), beneficio (por cliente, producto, proceso, proyecto,… )

En el largo plazo indicadores de innovación (ventas de nuevos productos, ideas aplicadas,…), de satisfacción de las partes interesadas (clientes, consumidores, empleados y proveedores que podemos obtener mediante encuestas, índice de quejas o reclamaciones, …), medioambientales y de RSC (consumo de energía por producto o proceso, mediciones de emisiones, de ruido o residuos, importe de colaboraciones con ONG’s,…).

En el caso de un área o parte del proceso o proyecto, dependiendo de cual sea la misión del directivo habrá que encontrar los indicadoresque se adapten al área en concreto al mismo tiempo que a los indicadores de la organización.

Para cumplir nuestra misión como directivos deberemos dedicar nuestro esfuerzo a las 4 zonas descritas, con objetivos, y tareas concretas, obteniendo la formación necesaria para realizarlas con éxito, abarcando todo el espacio desde la práctica a las emociones y desde el trabajo al resultado.

De esta manera podríamos generalizar que el enfoque directivo es hacer hacer y aprovechar el talento para producir ideas y mejorar los indicadores. Ver gráfico (II)

 

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                         Gráfico (II)

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