Mucho se habla sobre la importancia de la felicidad del equipo. Algunos expertos en gestión de personas dicen que nos encontramos en la era del empleado. Yo, sinceramente, creo que por fin nos hemos dado cuenta de que necesitamos a nuestra gente ‘enchufada’ a la corriente de las ideas y las buenas vibraciones si queremos generar impulsos eléctricos que nos lleven a destinos ilusionantes.
El lema “poner al cliente en el centro” ya no solo habla de nuestros consumidores sino también de nuestro primer prescriptor que es nuestro empleado, cómplice y parte fundamental del éxito del proyecto. ¿Qué sería de nuestros retos y nuestros logros sin las personas que los plantean y los alcanzan?
Os invito a reflexionar sobre ello en el artículo que publico en la Escuela de Negocios de Cámara Valencia.