Mi última Blackberry

Sí, aunque parezca una rara avis, abandonar a la conocida marca que ha acompañado mis días y mis noches durante la última década no ha sido fácil.

Es más, reconozco que he utilizado prácticamente todos los modelos lanzados al mercado desde que empecé en 2007 a ser fan de BB, a ser un ’BBholic’.

El teclado físico ha sido mi debilidad, sobre todo después de haber disfrutado la genial BB Passport . Con ella Blackberry cerraba los desarrollos basados en su sistema operativo propio BB10. Un cambio que no servía más que para sentenciar su defunción, derivada de la mala calidad de las apps por falta de desarrolladores para un parque cada vez más reducido. El intento de utilizar
las aplicaciones de Android, compatibles con este modelo, no ha sido más que un
parche que no ha resuelto el problema.

A partir de ahí nació la BB Priv, la primera Blackberry Androide, y que ha sido ‘mi última Blackberry’. Después de casi un año de disfrutar su magnífico teclado se ha ido haciendo cada vez más lenta, por la exigencia cada vez mayor de las actualizaciones de las apps. Y la decisión no se ha hecho esperar.

Le deseo mucho éxito en el futuro a Blackberry después de que sus nuevos modelos ya no son fabricados por la compañía canadiense. Ahora se está orientando a otros productos abandonando la producción de las míticas BB. Quizás vuelva algún día…

No es la primera vez que he vivido un apagón de una marca que ha significado un antes y un después en mi vida tecnológica. Con las genuinas Palm fue algo parecido, la recordaremos siempre como la compañía que lideró en los 90’s el mercado de las handheld . Desde que apareció su modelo Palm Pilot en 1996 seguí sus pasos, de modelo en modelo, hasta que cambié mi última Palm Treo por mi primera BB. Poco después desapareció del mercado al ser incapaz de hacerse hueco en el mercado de los teléfonos móviles.

Sin ánimo de hacer un análisis técnico de las causas de estos declives, de los que se han escrito ríos de tinta por profesionales a los que poco puedo añadir, me limitaré a exponer mi opinión como usuario.

¿Somos víctimas del pasado?

Es la pregunta que responde a mi opinión sobre cómo nos condiciona nuestro pasado para tomar las decisiones importantes de las que depende nuestro futuro.

Esto es parte o gran parte de lo que le ocurrió a Blackberry. La dependencia de un sistema operativo exclusivo para sus modelos no le ha permitido aprovechar la economía de escala y la potencia de miles de personas que utilizando sistemas más abiertos como lo es Android, la han dejado obsoleta en muy poco tiempo.

Aunque hay alguna excepción que confirma la regla y la más significativa es Apple. Al menos hasta hoy ha sido capaz no sólo de sobrevivir sino de establecer los nuevos estándares de cada tecnología. Aunque luego hayan sido otros los líderes quizás por la misma razón: no querer abrir su tecnología para que se convirtiera en el líder y ha ido dejando que otros lo hicieran.

Primero fue Microsoft quien le arrebató el liderazgo en los ordenadores personales, Spotify en la música en streamig, Google con Android en la telefonía móvil, etc. Esperamos conocer cuál será el nuevo reto con el que Apple  nos sorprenderá… o ¿quizás no?

Cuando en nuestra empresa utilizamos una tecnología que nos ha proporcionado éxito durante un largo periodo somos muy reacios a cambiarla.
Los procedimientos ya establecidos y la inversión realizada en ellos nos impiden ver
qué pasará si se impone una tecnología distinta a la que nos resistimos a introducir en nuestros procesos.

Cambiar nos puede suponer una enorme pérdida de la inversión realizada en nuestra tecnología actual, tener que adaptar los productos y clientes a un nuevo desarrollo mientras continuamos ofreciéndoles los actuales productos o servicios.

Nos resistimos sobre todo cuando ‘las cosas van bien’, y pensamos en las dificultades que supone el cambio y la baja probabilidad de que lo haga algún competidor, que tendrá los mismos problemas que nosotros.

Sin embargo, puede que otra empresa ajena al sector sí lo haga, pensando que es un mercado nuevo en el que no tiene nada que perder. Es lo que debieron pensar Apple o Google, no tenían clientes en el mercado de los smartphones, investigaron cual era la mejor tecnología disponible para entrar y lo hicieron, sin las ataduras de millones de clientes con los que compatibilizar el nuevo desarrollo. Aprovechando la funcionalidad de las pantallas táctiles a las que Blackberry se había resistido porque con su teclado no eran necesarias.

Algo parecido le ocurrió a Palm cuando no compartió su sistema operativo para permitir que otras empresas y otros desarrolladores les introdujeran en el mercado de la telefonía móvil en el que otras compañías como Nokia o la propia Blackberry estaban empezando. Cuando quiso hacerlo ya era demasiado tarde.

¿Nos puede ocurrir lo mismo?

No dejemos que un cambio tecnológico nos deje atrás y destinemos los recursos necesarios para ser los impulsores del cambio, de lo contrario… otros lo harán.

Tampoco parece que compartir parte de nuestro conocimiento con otras empresas incluso potenciales competidores sea más arriesgado que no hacerlo.

Nos permite aprovechar nuestra estructura para ser más competitivos, al tiempo que nos aporta más conocimiento y nuevos clientes.

Estamos en la Era Exponencial en la que la velocidad del cambio impactará inexorablemente en nuestras vidas y en nuestras empresas.

Ninguna empresa o sector está libre de esta circunstancia, hoy todo se puede reinventar, los avances tecnológicos son tan rápidos que pueden dejar un sector o una tecnología obsoleta de la noche a la mañana.

Citando a Fernando Sánchez Salinero, en su libro ‘No es una crisis. Es un cambio estructural‘: “Los cambios están ahí. No vas a parar el mundo, aprende a surfear sobre las circunstancias. Puedes sufrir las olas o divertirte con las olas. Las ola son las mismas, tu actitud es lo que cambia.”

Mejor ser el motor del cambio que dejar que este nos arrolle como un tsnami frente al cual poco podemos hacer para sobrevivir.

2 comentarios en “Mi última Blackberry

  1. Hola Rafa,
    Yo también use las BB y recuerdo con nostalgia, ahora que lo recuerdas, la última que tuve antes de una HTC con Android, pero incluso mejor fue encontrar una cuenta de correo universal (gmail) que desde entonces mantuviese y para siempre los contactos. Que nostalgia y que vértigo. Mola!

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