Entrevista Cátedra de Innovación del Campus de Gandia de la UPV. Julio 2017
«La universidad tiene un papel trascendental para que nuestra sociedad se transforme como impulsora de los cambios, y no como mera espectadora de los que vengan de fuera. De esta manera nos ayudará a avanzar en un mundo cuyo liderazgo dependerá de las nuevas sociedades del conocimiento, entre las cuales debemos aspirar a situarnos». Así de contundente se muestra el CEO del Grupo Dulcesol, Rafael Juan, a lo largo de la siguiente entrevista en la que, además, destaca la importancia de la innovación «como eje de crecimiento que necesitan las empresas para sobrevivir en la era del cambio». Para Juan, «participar en la Cátedra de Innovación es una forma de estar presentes y participar aprovechando el inmejorable entorno y posibilidades que ofrece la UPV en Gandia».
Echando una mirada al pasado no es difícil adivinar que sólo las empresas que han invertido intensivamente en innovación han sobrevivido a la crisis. ¿Cree usted que existe una cultura real de innovación en España? ¿Y en nuestra comarca?
La supervivencia empresarial ha dependido de dos factores: la innovación y la financiación. La innovación es una condición necesaria pero no suficiente. Las empresas muy innovadoras, pero excesivamente apalancadas tampoco han sobrevivido o lo han pasado muy mal.
España es hoy un país muy competitivo gracias a la innovación. Somos líderes en sectores clave como el turismo, la alimentación o el automóvil. Sin embargo, nos falta tamaño en las empresas y también debemos adecuar un marco fiscal que favorezca la inversión en equipos, en tecnología y en personas.
La situación de la Safor es algo distinta. Nuestro perfil son empresas de pequeño tamaño con un enorme peso en el sector de los servicios. Hemos cometido errores graves en el pasado, tales como la sucesión en las empresas familiares o el enfoque en la construcción y no en el sector propio de cada empresa.
Como consecuencia se han perdido muchas empresas industriales, algunas que eran líderes en su sector, y la industria es fundamental para la innovación en un territorio. Además, la mala gestión que hemos hecho en las infraestructuras no incentiva la instalación de nuevas industrias en la comarca, a pesar de que tenemos muchos emprendedores con ganas de desarrollar su proyecto en la Safor.
La industria atrae al talento y tendremos que hacer un esfuerzo muy importante para que recupere el peso necesario y que la comarca desarrolle una cultura de innovación.
En este sentido, ¿qué papel juega la innovación en el mundo empresarial a día de hoy?
Estamos en una época de cambios rápidos y la agilidad es la clave, no sólo para adaptarse a ellos, sino para ser el motor del cambio en el sector en que se mueva cada empresa.
En este sentido, la agilidad, en gran medida, es sinónimo de innovación. Consiste en adelantarse a las necesidades de los clientes, o más bien crear otras nuevas, que abran caminos para el desarrollo de la empresa. La innovación es, por tanto, el eje de crecimiento que necesitan las empresas para sobrevivir en la era del cambio.
¿La innovación entiende de edades?
Por supuesto que no, no hay edad para la innovación. Hay sobrados ejemplos de emprendedores que han creado una gran empresa siendo seniors.
Es una cuestión de mentalidad, y de crear el ambiente adecuado para que todas las personas encuentren el caldo de cultivo idóneo para innovar. Mejor cuantas más personas incorporemos en la empresa al proceso de innovación, pues nuestro avance crecerá exponencialmente con su número.
Por lo tanto, hemos de dedicar recursos para que ello sea posible. La formación es el más importante, pero también lo es la autonomía, es decir, disponer de un presupuesto aceptable en función de la disponibilidad de la empresa, y asumir que el fracaso es el primer paso en el camino hacia el éxito.
¿Podría compartir con nosotros esa aplicación de la innovación en los procesos de Dulcesol?
Queremos ser una empresa innovadora en todos los aspectos: productos, procesos, distribución, modelo de organización y desarrollo de las personas.
La base es contar con la opinión de todas las personas que integran la empresa, en el sentido opuesto a nuestro diagrama de flujo. Es decir, desde abajo hacia arriba y desde afuera hacia adentro. Aprovechando las ideas o aportaciones de todos mediante el trabajo en equipo, sin perder el talento individual. Para ello hacemos coaching de equipos y fomentamos la autogestión, sin perder de vista sus objetivos, y que estos estén alineados con el modelo de organización.
Se habla mucho de emprendedores y continuamente se escuchan los éxitos y avances de nuevas startups surgidas en el seno del ecosistema de emprendimiento valenciano. ¿Hasta qué punto cree que es importante invertir tantos esfuerzos en la creación de nuevas empresas?
La única manera de crecer en un entorno muy competitivo y con la enorme transformación tecnológica que vivimos, es desarrollando nuevos proyectos, pues la madurez y obsolescencia se alcanzan con rapidez.
Las grandes compañías hace tiempo que se han dado cuenta que resulta más fácil emprender desde fuera, salvando la estructura de la organización que no tienen adaptada para ello.
De esta manera la creación de startups está encontrando un clima excelente, y precisamente en la CV está teniendo un crecimiento excepcional, con un 15% del total de las startups creadas en España.
No sólo es importante, sino que es un buen momento para emprender, porque las empresas necesitan la innovación como motor de su crecimiento. O bien en su seno, tendrán que desarrollar modelos de organización ágiles y flexibles que permitan el intraemprendimiento, o bien financiando el desarrollo de startups que crezcan ayudadas por ellas y les proporcionen la innovación complementaria y necesaria para su supervivencia.
Si hubiera que hacer un esfuerzo en nuestra comarca para potenciar el emprendimiento, ¿hacia qué sector o sectores cree que sería más productivo dirigir los esfuerzos?
Es imprescindible que realicemos ese esfuerzo o quedaremos relegados a ser una comarca dedicada exclusivamente a los servicios de poco valor añadido y, por lo tanto, poco atractivos para el talento. Hay dos sectores en los que tenemos un peso importante como son el turismo y la industria agroalimentaria, y en ellos se debería centrar el mayor esfuerzo emprendedor e innovador.
Pero más importante que definir qué sector o sectores son importantes, lo es que unamos los esfuerzos públicos y privados para fomentar el emprendimiento y la innovación. Será mucho más eficaz que si cada cual va por su cuenta.
Para ello es fundamental fortalecer las asociaciones que aúnen los esfuerzos empresariales, y la Mancomunitat de la Safor que aúne los esfuerzos políticos.
Hablemos de educación. Los informes de calidad educativa no ponen demasiado bien a nuestro sistema educativo en las etapas de primaria y secundaria, sin embargo, nuestros ingenieros están altamente demandados en Europa. ¿Considera que es importante innovar en la educación? ¿Introducir nuevas metodologías docentes?
No me considero experto en este tema pero, en mi opinión, el criterio para valorar las escuelas, los institutos o las universidades debería basarse en la empleabilidad de los egresados a largo plazo. En ese sentido, comparto que nuestros ingenieros son muy valorados como indicador de que las escuelas de ingeniería tienen un nivel excelente.
Sin embargo, el número de alumnos que estudia ingeniería es muy bajo y pronto se va a producir un déficit que vamos a lamentar. Ello vendría a demostrar que nuestro sistema educativo no está produciendo los resultados adecuados pues, en este sentido, debería incentivar a que cada vez fueran más los alumnos en las escuelas de ingeniería.
El nivel de vida de un país es proporcional a su nivel de educación, por lo tanto, es una cuestión muy importante y hay que innovar mucho en ello, introducir las nuevas tecnologías con rapidez, invertir en la formación de los docentes, y crear un sistema que les permita, al igual que en la empresa, un grado de libertad para mejorar, investigar e implantar nuevos sistemas.
Se dice que la creatividad es fundamental en el siglo XXI si queremos marcar la diferencia… ¿cuál es su opinión al respecto?
Si la innovación es la variable que más pesa en la ecuación y la creatividad es una de las competencias más importantes para innovar, es obvio que deberíamos dedicar muchos recursos a fomentarla, tanto en la educación como en la empresa.
Los grandes ecosistemas de innovación y emprendimiento del mundo aglutinan entidades públicas, privadas y de inversión con centros tecnológicos y universidades. ¿Cree que aquí, en nuestra comarca, se dan los condicionantes para apostar por ecosistema de innovación y emprendimiento?
Nuestra comarca tiene un enorme potencial, por la situación geográfica, el clima, las excelentes comunicaciones internacionales desde Valencia o Alicante, el magnífico campus de la UPV en Gandia, la solidez de las asociaciones empresariales y mucho talento emprendedor. Sin embargo, para aprovechar este potencial se debería impulsar desde las administraciones públicas una estrategia comarcal, que optimizara los recursos enfocándolos en una dirección única.
No tiene sentido que cada uno de los 31 municipios de la comarca haga la guerra por su cuenta, pretendiendo ofrecer habitualmente los mismos servicios, incluso compitiendo entre sí. De esta manera se obtendrían mejores resultados empleando los mismos recursos, y se podría dar un enorme impulso al emprendimiento, al hacerlo de una manera conjunta.
¿Por qué ha querido sumarse con su colaboración, como patrono, a la Cátedra de Innovación del Campus de Gandia?
Los empresarios nos quejamos habitualmente de la universidad y queremos que se acerque a la empresa. Mi opinión es que somos nosotros los que también hemos de hacerlo cuando la universidad proporciona espacios para ello. Participar en la Cátedra de Innovación es una forma de estar presentes y participar aprovechando, en este caso, el inmejorable entorno y posibilidades que ofrece la UPV en Gandia.
Comentó en una entrevista la importancia de que universidad y empresa vayan de la mano, ¿qué se pueden aportar ambas?
La universidad es la proveedora del talento que necesitamos las empresas, por lo tanto, nos aporta mucho y necesitamos que adapte sus contenidos a nuestras necesidades, presentes y futuras.
Además, las empresas somos el objetivo al cual deben aspirar los estudiantes universitarios y, por lo tanto, corresponde a la universidad y a las empresas darles a conocer la empleabilidad y las posibilidades a las que podrán aspirar en función de sus conocimientos.
¿Qué mensaje compartiría con nuestros lectores?
Estamos en una época de cambios vertiginosos en los que la formación es muy importante, aunque no por los contenidos específicos, pues van a tener que adaptarse a medida que los cambios lo hagan necesario. Es muy importante por la capacidad que otorga a las personas para adquirir nuevos conocimientos que las hagan flexibles y adaptables a las nuevas realidades.
La universidad tiene, por lo tanto, un papel trascendental, para que nuestra sociedad se transforme como impulsora de los cambios, y no como mera espectadora de los que vengan de fuera. De esta manera nos ayudará a avanzar en un mundo cuyo liderazgo dependerá de las nuevas sociedades del conocimiento, entre las cuales debemos aspirar a situarnos.
En estos momentos donde todo cambia tan deprisa es fundamental la creatividad, la innovación , la adaptación a los cambios, se necesita gente curiosa que quería aprender continuamente cosas nuevas que se reinvente constantemente para adaptarse a las nuevas necesidades de la empresa a la aparición de nuevos puestos y la desaparición de los antiguos. Para eso la empresa tiene que creer en esto y juntos motivados y comprometidos hacen a la Empresa volar. Un Abrazo D. Rafael.